Nueva ley electoral en México: descubrimiento de nuevos formatos multimedia

El comienzo de las campañas intermedias para la nueva conformación legislativa de 2009 abrió posibilidades a los equipos de campaña de los principales consultores políticos. La intención de la reforma electoral era cerrar espacios para los mensajes de la "guerra sucia" y abrirlos al planteamiento de propuestas en los medios tradicionales.

Basta recordar las continuas batallas entre Calderón, Madrazo y López Obrador en 2006 para la elección presidencial. Los diputados y Televisa entendieron que debían empezar a controlar el “tono” de los contenidos.

Sin embargo, el auge de Internet y la expansión de las redes sociales hizo que los partidos se plantearan evolucionar del típico formato de soporte a uno multimedia y hacer llegar el mensaje más allá del sentido unidireccional.

Dos fueron los candidatos que se atrevieron a lanzar el primer intento. Demetrio Sodi comenzó una campaña multimedia que fue desapareciendo con el tiempo. Incluso utilizó su sitio para transmitir en vivo el “Sodi Reality Show”. Los usuarios podían observar sus actividades de campaña en todo momento. Nada se veía de su vida privada. Menos mal.

Por su parte, César Nava lograba atraer a un voto duro panista que colaboró con él por medio de redes en las que ya estaban metidos. Su página contaba con una enorme posibilidad multimedia, desde el famoso noticiero que publicaba en YouTube, hasta un diálogo por medios de foros.



Cuando Nava ganó las elecciones para diputado federal en el Distrito de la Delegación Benito Juárez su equipo de campaña continuó con la creación de mensajes multimedia. Los usuarios podían subir sus propias fotos que eran publicadas tras pasar por un filtro lógico del mismo departamento de comunicación.

Hoy, Nava –conocido también por ser uno de los favoritos del mismo presidente Calderón- dirige la sede central del Partido Acción Nacional (PAN). La comunicación que comenzó este año en febrero con su campaña para diputado con elementos multimedia sigue en la página del partido. Al comparar ambas páginas uno podría pensar que se trata de la misma. Esto es un logro de identidad de imagen para el candidato. La mayoría de la población lo identifica actualmente como “el candidato multimedia”.

Otros, como los perredistas y seguidores del “Peje” apostaron por los formatos y soportes tradicionales de los boletines típicos. Sólo hubo algunos intentos de los votantes fieles a la ideología de izquierda que diseñaron portales desde el propio nido de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

¿Dónde estuvo el éxito de estos primeros intentos en el ambiente electoral mexicano? La respuesta no es sencilla. Existen estudios que han querido demostrar el poder que tuvieron estas campañas multimedia que apuntan a una “nueva guerra sucia” provocada por los mismos usuarios de Internet. Cerca del 70% de los videos identificados en YouTube por usuarios independientes contenían agresiones sobre todo al PAN y al PRI.

El éxito estuvo en el descubrimiento de estas nuevas posibilidades multimedia para la creación del mensaje y en la identificación de nuevos usuarios que consumían y producían los contenidos en Internet. Fuera de la ley.